«Estamos muy dolidos, destrozados por la injusticia que estamos atravesando» expreso a e24n María Luisa Toledo, quien lucha por recuperar a su hija de 15 años.
La lucha judicial y emocional, se combinan y potencian la desesperación de la madre, «me siento impotente, además de los manoseos judiciales de los funcionarios de la justicia» indicó. Ella vive en Santo Tome Corrientes.
La menor, se encuentra con su padre biológico en Eldorado, quien tiene denuncias por malos tratos, violencia de género y violencia psicológica.
Según afirman desde el lado de la mujer, el hombre en cuestión fue sometido a una pericia psiquiátrica que arrojó resultado dudoso y alertaron que a pesar de ello, la menor le fue dada en custodia. «Es un manipulador» definió. Agrego que están documentados los estudios por el médico forense, «a pesar de esto, la justicia no actúa».
Es por ello que apuntan a que existen muchas irregularidades en este caso, además de un evidente ensañamiento personal contra la madre. “Actualmente estoy bajo tratamiento médico consecuencia de la situación de estrés extremo a la que estoy sometida.
Desde ya hace un largo período de tiempo me veo afectada psíquica, emocional, física y laboralmente disminuida. Estoy luchando por mi hija, razón por la cual hago esto público, ya que la jueza entre otras cosas trató a mis reclamos como ‘una cuestión ventilada’”, reconoció preocupada la madre a este matutino.
María Luisa se divorció de Eduardo Javier C., en 2014. Vive con la menor en la ciudad correntina de Santo Tomé, donde se desempeña como kinesióloga.
Su ex marido, en cambio, se radicó en Eldorado, donde trabaja como médico anestesista y además practica automovilismo. Desde la separación legal, la relación nunca fue la mejor: las amenazas eran constantes (de acuerdo a las pruebas presentadas a la Justicia) y a la vez el Juzgado de Familia dictaminó un régimen de visitas por el cual la niña debía ver a su padre una o dos veces al mes, cosa que siempre se cumplió y nunca hubo impedimento al respecto.
Conflicto
Pero la gota que rebalsó el vaso fue que en agosto del año pasado cuando la adolescente fue traída a la tierra colorada. En aquella oportunidad el padre buscó a la chica y durante varios meses la tuvo viviendo con él.
Y según María Luisa recién la restituyó después de una denuncia penal propiciada por ella misma el 31 de diciembre de 2020 por impedimento de contacto.
De ahí, la menor pasó enero, febrero y parte de marzo con la madre y ahora fue trasladada nuevamente a Eldorado mediante una resolución de la titular del Juzgado Civil Comercial, de Menores, Familia de Santo Tomé, María Dionicia Zovak.
Un tanto decepcionada de la Justicia, pero con el total apoyo de su abogado en lo judicial, la mujer decidió salir a los medios para dar a conocer su situación. Su idea es no bajar los brazos y recuperar a su hija.
El tire y afloje, con la menor en el medio, fue una constante desde el día uno. Aunque lo preocupante, según sostiene la madre, es que la pericia psiquiátrica realizada al progenitor lo definió cómo obsesivo, controlador, manipulador, entre otras cosas.
Y que además, el informe del médico psiquiatra forense indica que “el señor Javier C. presenta personalidad de características obsesivas, con necesidad de manejar el medio que lo rodea. No obstante el juzgado no quiso profundizar”, lo que supone una gravedad institucional importante.
Es por ello que desde el lado de la madre apuntan la responsabilidad a la jueza Zovak por rechazar el pedido de pericias para el progenitor, como así también de resolver un cuidado personal compartido. Y también a la psicóloga del cuerpo forense por sus conclusiones en este caso en particular. el territorio.