Griebeler comentó que Cell Shop se ha destacado por ser una empresa que contribuye y cumple con sus deberes, además de convertirse en uno de los mayores aportantes al Instituto de Previsión Social (IPS) en la capital del Alto Paraná.
Según mencionó, lo que siempre han buscado es un sistema para fomentar el turismo de compra en la frontera, de manera a que tengan esa posibilidad de hacer frente a las tiendas libres de impuestos que se han convertido en su principal competencia.
Debido a la crisis que deben afrontar hoy día, Cell Shop anunció que ha tomado la decisión de mudarse a la vecina ciudad de Foz de Iguazú, a fin de seguir con sus operaciones ya en el lado brasileño.
Con esta medida, se estima que unos 700 empleados quedarían sin posibilidad de seguir trabajando, convirtiéndose en un duro golpe para el sector del empleo en CDE.