Un efectivo de la Policía de Misiones fue víctima de una violenta entradera ayer a la tarde en su casa de Garupá, tras lo cual fue maniatado, golpeado y sometido a sesiones de tortura para que entregara un importante botín cercano al millón de pesos.
El hecho se registró poco después de las 13, en una vivienda ubicada en inmediaciones a la avenida Las Américas y calle Casimiro Martínez, poco antes de llegar al cementerio de la mencionada localidad.
La víctima del atraco fue el suboficial mayor Rafael P., quien actualmente presta servicios en la División Secuestros Judiciales de la fuerza provincial.
Las fuentes relataron que todo comenzó cerca de las 13.15, cuando el hombre llegó a su casa y en esa instancia fue sorprendido por dos sujetos que a fuerza de golpes lo introdujeron al inmueble. Los asaltantes estaban desarmados, añadieron voceros del caso.
Una vez dentro, el uniformado fue sometido a una tunda de golpes y sesiones de tortura que le dejaron varias lesiones, pero afortunadamente no requirió ser trasladado a ningún centro asistencial de salud.
Según detallaron, en primera instancia los malvivientes redujeron al uniformado con precintos plásticos atados a una reposera de plástica y allí comenzaron a golpearlo para que indicara dónde guardaba sus ahorros.
Ante las respuestas negativas que recibieron, en determinado momento los malvivientes tomaron un cuchillo del lugar, lo expusieron al fuego de la cocina y, con la hoja al rojo vivo, le provocaron quemaduras en zonas del abdomen.
Después de ello, finalmente los asaltantes consiguieron lo que buscaban y tras revolver el lugar terminaron encontrando un suculento botín que el uniformado policial guardaba en un mueble del dormitorio.
En detalle, las fuentes indicaron que lo robado consistiría en 65.000 pesos y 10.000 dólares en efectivo, botín que en principio rondaría los 800.000 pesos, tomando como base de cálculo las cotizaciones oficiales que rigen actualmente.
Después del hecho, los delincuentes escaparon sin llevarse ningún otro elemento de valor, ni siquiera el arma reglamentaria del suboficial asaltado.
Se estima que el dúo implicado huyó a pie, aunque los pesquisas intervinientes indagan en la posibilidad de que hayan contado con algún cómplice en vehículo como apoyo para seguir escapando.
Afortunadamente, la víctima no padeció lesiones de gravedad y una vez que pudo soltarse pidió ayuda a los vecinos.
A partir de ahí comenzó la intervención de la Comisaría Quinta, dependiente de la Unidad Regional X, cuyos uniformados fueron los primeros en llegar al lugar.
Posteriormente también se le dio intervención a los especialistas de la división Criminalística, quienes llevaron adelante todas las pericias de rigor para intentar recolectar pistas o huellas que permitan orientar la investigación.
En un principio se mencionó la posibilidad de que los autores del brutal ataque ya estuvieran detenidos, pero hasta anoche esa información no fue confirmada y los investigadores intervinientes continuaban trabajando arduamente en el caso.
Una de las medidas que anoche estaba en pie era la revisión de cámaras de seguridad de la zona para tratar de establecer o detectar movimientos sospechosos en cercanías al lugar del hecho.
En el caso interviene el Juzgado de Instrucción Seis de Posadas, a cargo del magistrado Ricardo Balor, que estuvo presente en el lugar y supervisó las labores policiales. Fuente el territorio.