La ex presidenta de Brasil Dilma Rousseff (2011-2016) aseguró que el actual mandatario brasileño, Jair Bolsonaro, sumido en una intensa crisis política desnudada por la gestión de la pandemia de coronavirus, es sostenido “por un pacto, porque él es la salida neofascista que viabiliza una agenda neoliberal” en el gobierno.
“La derecha neoliberal siempre vio a Bolsonaro como un político que podía ser manipulado, tutelado y sabían que él quería una posibilidad de acomodarse en un sillón presidencial”, agregó la ex mandataria y dirigenta del Partido de los Trabajadores (PT) en una entrevista que concedió a la radio porteña AM 750.
“Hay partes de la sustentación de ese pacto que se ha roto, pero todavía se mantiene”, porque “los mercados siguen aprobando a Bolsonaro, y frente a este pacto hay que armar un frente democrático”, agregó.
La dirigente aseguró que en las elecciones de 2018, luego de que la justicia inhabilitara la candidatura de Luiz Lula da Silva, preso por entonces por una causa de corrupción, los brasileños “votaron por Bolsonaro porque creyeron que era un antisistema, confiaron en eso, pero no sospechaban que Bolsonaro era la fase más negra del sistema”.
Para Rousseff, “criminalizar la política y construir el relato del ‘no, no y no’ pasa a ser algo que irrespeta la vida de la persona y eso abre el camino para salvadores de la patria, aquellos que dan respuestas incultas, como Trump, que dice que el problema son los mexicanos, o en Brasil, que decían que el problema era el PT”.