Con más de una veintena de testigos convocados y múltiples pruebas periciales a presentar, hoy desde las 8 se pondrá en marcha en el Tribunal Penal de Eldorado el juicio oral y público contra Pablo Schoenfisch (23), acusado de asesinar a su madre, Faustina Antúnez (57), y de herir gravemente a su padre, Arnoldo Schoenfisch (64), exintendente de Santiago de Liniers.
Entre los 22 testigos citados a declarar se encuentran familiares, vecinos, policías, peritos y médicos legistas del Poder Judicial. El hecho, ocurrido en mayo de 2020, conmocionó a la comunidad de Santiago de Liniers y a gran parte de la provincia, al tratarse del hijo de un exfuncionario municipal.
De acuerdo con la investigación, entre las 3.40 y las 4.30 de la madrugada del jueves 14 de mayo de 2020, el imputado —que esa noche se encontraba cuidando a su abuela— se habría dirigido a la vivienda de sus padres, que descansaban en su habitación. Una vez dentro, se habría colocado guantes de lana y, armado con un revólver calibre 38 Smith & Wesson, habría disparado primero contra su madre, hiriéndola mortalmente en la sien.
El estruendo despertó a su padre, quien al incorporarse también recibió un disparo en la cabeza. La lesión afectó el nervio óptico del exintendente, provocándole la pérdida total de la visión.
Tras los disparos, el acusado habría dejado el arma en el suelo y regresado a la casa de su abuela, donde guardó los guantes en un cajón antes de acostarse a dormir.
Pese a la gravedad de las heridas, Arnoldo Schoenfisch logró pedir ayuda a su hermano, que vivía cerca. Al verlo, habría alcanzado a decirle: “Pablito se mandó una macana”.
Durante la investigación, allegados a la familia señalaron que Pablo mantenía una relación conflictiva con sus padres. Lo describieron como rebelde y mencionaron que en reiteradas ocasiones le habían prohibido el uso de vehículos y le habían retirado el celular.
Incluso, una empleada doméstica declaró que el joven llegó a decirle que “iba a matarlos”, y un familiar aseguró que, al visitarlo en la comisaría, el acusado respondió con un simple “sí” cuando le preguntó si había sido él quien efectuó los disparos.
