El comienzo de 2025 en Eldorado, Misiones, ha sido alarmante en cuanto a la creciente inseguridad que afecta a la comunidad. En solo unos días, la ciudad ha sido escenario de varios hechos delictivos que han generado gran preocupación y rechazo entre los ciudadanos. Robos a particulares, entradas a viviendas, vehículos violentados y, lo más grave, el asesinato de Mauricio Miñarro, un cabo primero de la policía, son solo algunos de los episodios que marcan un inicio de año trágico. Actualmente, Eldorado cuenta con una sola Jueza Penal para los dos Juzgados 1 y 2.
El asesinato de Miñarro, ocurrido el 30 de diciembre de 2024, sigue sin esclarecerse. Aunque se han realizado algunas investigaciones y arrestos, aún no hay pistas firmes sobre los responsables del crimen. El hecho de que Miñarro estuviera solo durante su guardia en el Aeroclub de Eldorado, sin una presencia policial suficiente, ha puesto en evidencia una grave falta de recursos y personal en las fuerzas de seguridad de la región. Esta misma situación se repite en varias localidades del norte de Misiones, donde la falta de efectivos y la ausencia de cámaras de seguridad dejan a la población vulnerable ante los delincuentes.
Pocos días después, el 3 de enero, el crimen de Ricardo Armoa, un hombre de 33 años, conmocionó aún más a la comunidad. Armoa fue encontrado sin vida en la Avenida 9 de Julio km 1, con un disparo en el pecho, lo que indica que la violencia en la ciudad sigue en aumento, sin que las autoridades logren dar con los responsables de estos crímenes.
En otro hecho, un robo de vehículo tuvo lugar en la zona del kilómetro 7, cuando delincuentes sustrajeron una camioneta Hilux roja, modelo 2017, de Hernán Prieto. Aunque el dueño logró localizar el vehículo abandonado en un pinar cerca del kilómetro 26 de la Ruta Provincial 16, el robo resalta la vulnerabilidad de los bienes privados y la falta de control en las calles.
El mismo miércoles cerca del mediodia, un grupo de motochorros atacó a los empleados de una distribuidora de bebidas en la zona del kilómetro 3, sustrayendo dinero en efectivo de la recaudación del día. Este ataque, realizado con amenazas e intimidaciones, deja en evidencia la impunidad con la que actúan los delincuentes en la ciudad.
Foto: Viviendas donde sufrieron robos o intento.
Estos sucesos no son casos aislados. La comunidad de Eldorado lleva tiempo solicitando mayores recursos y personal para la policía local. La falta de efectivos, elementos adecuados para prevenir el delito, se han convertido en una de las principales preocupaciones de los ciudadanos.
Es imperativo que el gobierno provincial reevalúe y reestructure la estrategia de seguridad en la zona norte de Misiones. Urge aumentar la presencia policial, proveer a las fuerzas de seguridad de los medios necesarios para realizar su labor, y colocar cámaras de vigilancia en puntos clave. De no tomarse medidas urgentes, es previsible que los delitos continúen aumentando, con la sociedad expuesta a ataques violentos en cualquier momento, lugar y de diversas maneras.
Los hechos de violencia y crimen que se han registrado en el inicio de este año en Eldorado evidencian la necesidad de una acción más federal y eficiente en materia de seguridad. Si el gobierno provincial no actúa con rapidez, se seguirán lamentando tragedias, y los ciudadanos continuarán siendo víctimas de la delincuencia con total impunidad. La seguridad debe ser una prioridad para todos, y es hora de que se escuchen las demandas de la población para frenar esta ola de criminalidad.