En junio, la Provincia de Misiones vivirá una nueva elección, y en Eldorado ya se escuchan nombres de candidatos. Sin embargo, estos nombres generan poco entusiasmo entre la comunidad en general. Algunos son figuras poco conocidas, otros tienen cierta trayectoria política, pero en el fondo, el descreimiento del ciudadano respecto al rol que debe cumplir un funcionario público parece ser el principal obstáculo. Esta falta de conexión con los candidatos se debe, en parte, a que muchos no cumplen con los requisitos básicos para ganarse el reconocimiento popular, como una función pública bien desempeñada, o una intervención significativa en la sociedad. Muchos, incluso, tienen una presencia muy limitada en la esfera pública, lo que hace que la gente común ni siquiera los reconozca, y mucho menos se interesen en sus propuestas.
Un claro ejemplo de esta situación es la «candidata» del actual Intendente, «Pipo» Duran, Ornella Beccaluva, quien actualmente ocupa el cargo de Directora de Acción Social. Recientemente, Pedro Alfonso, a través de una encuesta realizada en los barrios y mediante un móvil en vivo, consultó a la gente si conocían a Beccaluva. Un alto porcentaje de las respuestas manifestaron que “no”. Además, muchos allegados a la funcionaria reconocen que, hasta el momento, no ha logrado generar el impacto necesario en la comunidad para que su nombre sea asociado con una candidatura seria.
Ante este panorama, el sector cercano a la funcionaria se encuentra preocupado, ya que entienden que deberán intensificar sus esfuerzos de campaña para poder alcanzar una mínima relevancia. Al mismo tiempo, otros nombres empiezan a circular, como los de Camacho, Vergara y otros, pero los resultados de las encuestas siguen siendo los mismos: son «totalmente ignorados» por el votante, sobre todo porque ciertos precandidatos “son forzados a presentarse”, porque muchos son funcionarios de la Renovación, que deben salir a juntar votos y lo hacen sin miramientos, es allí donde se pierde la posibilidad de presentar un buen candidato.
En medio de este desencanto, surge una pequeña porción de la comunidad que empieza a mirar hacia otros posibles candidatos, y uno de los apellidos que empieza a resonar es el de Noller, quien es considerado por este sector como un candidato viable. Lo que parece buscar los votantes, especialmente los más desencantados, es un candidato que no se muestre como alguien excesivamente popular, sino como una persona seria y honesta.
Lo que muchos parecen preferir es a un candidato serio, incluso algo distante o «antipático», pero que demuestre honestidad y seriedad. Esta búsqueda de un líder con integridad y trabajo genuino es lo que parece atraer más al electorado.
Todavía es prematuro hablar de los posibles candidatos definitivos, pero por lo pronto, este es el escenario que se vive en la ciudad de Eldorado. A pesar de los esfuerzos de algunos sectores por imponer sus figuras, la realidad es que la gente aún no está lo suficientemente motivada como para generar un verdadero interés en las elecciones. Cuanto más se trate de forzar a la gente a votar a ciertos candidatos, más lejos parecieran estar de conseguirlo. Por ello, parece ser que el camino hacia la victoria pasará por encontrar a un candidato que combine honestidad, seriedad y un verdadero compromiso con la comunidad.
Editorial: DC