Luciano cumplió un año este jueves, pero lejos de celebraciones, pasó su día en el Hospital de Pediatría Dr. Fernando Barreyro de Posadas, donde fue intervenido quirúrgicamente por tercera vez en apenas una semana. Su estado es delicado y permanece bajo estricta atención médica tras una serie de complicaciones que, según su familia, fueron ocasionadas por una presunta mala praxis.
La madre del pequeño, Nilda Cabaña (43), denunció que todo comenzó el 25 de julio cuando llevó al bebé al Hospital Nivel I de Candelaria por un cuadro de resfrío. Allí le aplicaron una inyección de dipirona de 0,5 cc, un analgésico no recomendado para menores de un año, según indicaron luego los médicos del hospital de Posadas.
A partir de esa aplicación, el cuadro de Luciano se agravó de forma alarmante: presentó inflamación en la pierna donde recibió la inyección, reacciones en la piel y alteraciones en órganos vitales, como el corazón. La madre denunció la situación el 30 de julio en la comisaría de Candelaria, y anticipó que iniciarán acciones penales contra la médica que lo atendió, identificada como Ramona Z., quien, según sospechas, no sería pediatra.
“Mi hijo casi se me va”
Con la voz entrecortada, Nilda relató: “El miércoles pasé el peor día de mi vida. Me dijeron que mi hijo estaba dejando de funcionar, que su corazoncito se estaba parando. Gracias a Dios lograron estabilizarlo tras la cirugía”.
Luciano fue sometido a varias fasciotomías debido a la inflamación progresiva en su pierna. El próximo paso será determinar qué órganos resultaron afectados por la medicación aplicada y una nueva cirugía está prevista para reconstruir tejidos dañados.
Según explicó la madre, en el hospital de Candelaria le diagnosticaron neumonía y derivaron al niño a Posadas. Sin embargo, en el Parque de la Salud descartaron esa patología y afirmaron que solo tenía un resfrío leve. Pese a ello, el cuadro empeoró drásticamente a partir del 26 de julio, cuando la madre notó la pierna inflamada y con manchas. En Candelaria le restaron importancia a los síntomas.
“El lunes 28 ya estaba muy mal. Su manito cambió de color y lo llevamos de urgencia al hospital, donde finalmente lo derivaron a Pediatría. Me dijeron que todo se desencadenó por esa inyección. Él no tenía antecedentes, alergias ni enfermedades”, explicó la mujer.
Piden sanciones y justicia
El abogado Federico Esquivel, que representa a la familia, confirmó que presentarán una denuncia penal ante el Juzgado de Instrucción Seis de Posadas y también ante el Colegio de Médicos de Misiones. Nilda solicita que la médica sea suspendida mientras se investigan los hechos: “No quiero culpar a todo el hospital, porque hay buenos profesionales. Pero esto fue mala praxis. Si no había pediatra, deberían haberlo derivado a Posadas desde un principio”.
Mientras tanto, la salud de Luciano sigue en estado crítico aunque con leves signos de mejoría. La familia se aferra a la esperanza y a la búsqueda de justicia por lo que consideran una negligencia médica evitable. Fuente El Territorio