Arnoldo Schoenfisch se autoincriminó durante su testimonio en el juicio oral que tiene a su hijo, Pablo Schoenfisch, imputado por homicidio y tentativa de homicidio agravados por el vínculo y la alevosía, tras la muerte de su madre, Faustina Antúnez, y el ataque a su padre. Ante esa declaración, el fiscal del caso señaló la posible existencia de falso testimonio.
Durante la primera audiencia del debate oral —que busca esclarecer el crimen de Faustina Antúnez (56) y el presunto ataque contra el exintendente Arnoldo Schoenfisch—, ocurrido el 20 de mayo de 2020 en Santiago de Liniers, declararon como testigos el propio sobreviviente y un hermano que habría acudido a socorrerlo tras escuchar pedidos de ayuda desde la vivienda familiar.
Frente al Tribunal Penal Uno de Eldorado, el primero en declarar fue Arnoldo Schoenfisch, quien compareció acompañado por un familiar debido a la ceguera irreversible que padece como consecuencia de un disparo en la cabeza, presuntamente efectuado por su hijo. En un principio, el tribunal le advirtió que su testimonio no era claro, pero segundos después sus palabras sorprendieron por su contenido.
“Estábamos acostados con mi esposa, discutimos un poco y yo estaba desorientado. Agarré el arma, la asesiné y después intenté suicidarme”, declaró. Añadió que, tras los hechos, “me quedé sorprendido por la situación y llamé a mi hermano desde la ventana porque no sabía qué hacer”.
Arnoldo sostuvo además que “pasó lo que tenía que pasar. Pablo es inocente, yo hice todo y tengo que ser el imputado”.
El fiscal Federico Rodríguez calificó estas afirmaciones como falsas y autoincriminatorias, y consideró que se trata de “una mentira de una persona en estado de indefensión y un falso testimonio”. Agregó que este tipo de declaraciones formarían parte de “un esquema” presuntamente ideado por la defensa anterior del acusado, el cual ya había sido descartado en etapas previas de la investigación.
