Este jueves continuó en el Tribunal Penal Uno de Eldorado el debate oral por el crimen de Faustina Antúnez (56) y el ataque a su esposo, el entonces ex intendente Arnoldo Schoenfisch, hechos ocurridos el 14 de mayo de 2020 y cometidos con un revólver. El principal sospechoso es el hijo del matrimonio, Pablo Schoenfisch (23).
En la quinta jornada del juicio declararon ocho testigos, entre ellos familiares y amigos del imputado. Uno de los testimonios más relevantes fue el de Santiago, amigo de Pablo y empleado municipal en aquella época.
Según relató, el 14 de mayo se dirigía a la casa de Miguel —actual intendente— para ir juntos a la municipalidad cuando observó presencia policial en la vivienda de los Schoenfisch. Tras conocer la muerte de Faustina, salió a buscar a Pablo y lo encontró minutos después.
“Apenas le dije que su mamá había muerto y que su papá estaba herido, no expresó ninguna emoción contundente. Lo abracé y me dijo que estuviera tranquilo, que no pasaba nada”, afirmó.
El testigo también mencionó que días antes se había hablado en la familia sobre la tarjeta de débito de la abuela, la cual habría sido tomada por Pablo. “Le dije que confesara que había agarrado la tarjeta y retirado dinero”, sostuvo. Según explicó, Pablo quería el dinero porque le habían impuesto restricciones y necesitaba recuperar su cuatriciclo, que se encontraba en un taller.
Además, Santiago mencionó una conversación ocurrida durante una cena, en la que Pablo preguntó cómo evitar que se detecte pólvora. El padre del actual intendente le respondió que en esos casos se usaban guantes para evitar rastros.
Relación familiar
Sobre el vínculo entre Pablo y sus padres, el testigo indicó que la relación “era bastante normal hasta cierto punto”, aunque las discusiones se volvieron más frecuentes con las restricciones impuestas. Recordó incluso que Pablo solía decir: “Cualquier día los voy a matar”, aunque lo tomaban como una broma y nunca imaginaron que pudiera concretarlo.
Otro amigo del imputado, Juan, señaló que cuando él estaba presente, la relación con los padres parecía normal, aunque Pablo le comentaba que discutía con ellos en otras ocasiones.
El testimonio de Miguel Rodolfo Szumkoski, ex pareja de Antúnez, también aportó detalles sobre una cena previa en la que se habló de armas. Contó que el 1 de mayo conversaban sobre la posibilidad de que Pablo ingresara a Gendarmería cuando el joven preguntó por la prueba de parafina. “Yo solo le dije que en los delitos suelen usar guantes para evitar dejar huellas”, remarcó. Describió a Pablo como un joven de “buena conducta” y afirmó que Faustina nunca le comentó problemas graves con él.
Reacción del padre y discusiones familiares
El quinto testigo, René Laimer (43), primo de Pablo, contó que estuvo al cuidado de Arnoldo durante su internación en el Hospital Madariaga. Relató que, al informarle que Faustina había fallecido y que Pablo estaba detenido, el ex intendente se largó a llorar.
Días después, Arnoldo expresó: “Qué le habrá pasado por la cabeza para hacer eso. Alguien le habrá dicho”.
René también comentó que mantuvieron una charla con otros dos primos —Lucas y Miguel— sobre el asesinato. “Lucas no creía que el responsable fuera Pablo, pero los demás sí, porque nadie más iba a entrar en plena madrugada a buscar el arma y dispararles a ambos”, señaló.
Testigos de la madrugada del hecho
Entre los últimos testigos estuvo Cristian Ferreyra, quien escuchó los disparos y los pedidos de auxilio. Dijo que eran las 3:40 cuando oyó dos detonaciones, pero no alcanzó a ver a nadie al salir. También destacó que la vivienda de los Schoenfisch cuenta con una luz con sensor en el portón principal que no se activó, lo que indicaría que el agresor no pasó por ese sector al retirarse.
Lo que viene
Tras los testimonios, el debate continuará el lunes 1.º de diciembre con la declaración de tres testigos, entre ellos dos peritos y un primo del acusado. El tribunal informó que los alegatos finales se realizarán el 3 de diciembre.