Desde que comenzó el año, la ciudad de Eldorado enfrenta una situación preocupante: la falta de un servicio de transporte urbano eficiente. La compra de la empresa concesionaria ETCE y su posterior reemplazo por la empresa KENIA, a pesar de las altas expectativas de la comunidad, se ha convertido en una sucesión de problemas que siguen sin resolverse.
El cambio inicial despertó esperanza en los vecinos de la ciudad, quienes se entusiasmaron con la promesa de mejoras en el servicio. Sin embargo, la realidad demostró lo contrario. Desde el primer día de operaciones, los problemas comenzaron a acumularse: recortes en los recorridos, unidades en malas condiciones mecánicas, colectivos viejos e incómodos, y en algunos casos, las unidades ni siquiera llegaban a su destino.
A pesar de las reuniones permanentes entre el Concejo Deliberante y los funcionarios municipales, donde algunos ediles mostraron apoyo a los empresarios sin escuchar a los usuarios, el servicio no mejoró. La situación se complicó aún más con la aprobación de un aumento en el boleto, que no trajo consigo ninguna mejora en la calidad del transporte, sino todo lo contrario. Los choferes, que también reclaman aumentos salariales, protagonizaron paros sorpresivos y la empresa optó por recortar los recorridos nocturnos, afectando a los usuarios de los barrios periféricos.
Es un hecho lamentable que, a días de finalizar el año, los habitantes de Eldorado se encuentren sin un servicio de transporte urbano que garantice comodidad y puntualidad. El empresario detrás de la concesión parece no estar a la altura de las necesidades de la ciudad, y la empresa se derrumba sin el control necesario por parte del estado local. Hoy, Eldorado vive como en los viejos tiempos, con un servicio esencial en crisis, que retrocede en lugar de avanzar.
Eldorado ha elegido mal y los ciudadanos siguen pagando las consecuencias. La ciudad necesita con urgencia una solución a esta problemática que afecta a todos.