Mucho se ha hablado sobre el estado de abandono del hospital de Colonia Mado Delicia. Lo que antes eran murmullos de la comunidad sobre la falta de atención médica y responsabilidad en los servicios de salud, quedó al descubierto con la muerte de Joel Esteche, de 14 años. Su fallecimiento fue la prueba más dolorosa de una cadena de negligencias que algunos veían venir, pero que nadie con poder de decisión supo o quiso frenar. Hoy, un nuevo golpe sacude a la misma familia. Jorge Esteche, el padre de Joel, no pudo soportar el dolor y se quito la vida.
Varios vecinos han alzado su voz, denunciando la falta de insumos médicos, ambulancias, y, sobre todo, la ausencia de un sistema de salud mínimamente funcional. Lo más alarmante es que, pese a las evidencias y a la tragedia que conmocionó a la comunidad, ningún responsable salió a dar la cara. El silencio fue la única respuesta. Ni el intendente de la localidad, ningún funcionario de la zona de salud, han ofrecido explicaciones ante la inacción que llevó a la pérdida de una vida tan joven.
La presión de los medios de comunicación —escasos pero necesarios — fue lo que provocó la visita del ministro de Salud de la provincia (Héctor González), quien, bajo la mirada de una comunidad herida, tuvo que enfrentar la realidad: la tragedia estaba instalada, y ninguna promesa podría borrar el dolor de los Esteche ni de quienes conocieron de cerca el drama.
Hoy, un nuevo golpe sacude a la misma familia. Jorge Esteche, el padre de Joel, no pudo soportar el dolor. En una nueva tragedia, se quitó la vida, dejando a su esposa, la madre de Joel, con una carga emocional indescriptible. En tan solo un mes y medio, ella perdió a su hijo debido a la negligencia y la inoperancia de terceros, y ahora debe enfrentarse a la devastación de haber perdido también a su esposo.
La indignación de toda una comunidad, el abandono y la desidia en Colonia Mado Delicia y en una provincia que ha permitido estas falencias, son las heridas que quedarán. La justicia, en estos casos, parece un lujo que no todos pueden alcanzar, y la tragedia de la familia Esteche es una dolorosa muestra de ello. Hoy, Mado Delicia es un recordatorio de lo que sucede cuando la incompetencia y la falta de responsabilidad de las autoridades se cobran vidas.
La soledad será su único consuelo para la madre y esposa, mientras que la desidia de aquellos que debían responder por las vidas de sus seres queridos seguirá siendo un testimonio del abandono en el que viven tantos ciudadanos en esta provincia.