La situación de las aguas servidas vertidas sobre la Avenida San Martín sigue siendo una preocupación constante para los vecinos y las autoridades locales. A pesar de los intentos por mejorar la infraestructura y resolver este problema, la expulsión de aguas residuales continúa afectando tanto la circulación como la calidad de vida en la zona. Los residentes de lugares como el km 8, el centro y el km 10, «zonas históricas» donde se desechan las aguas, expresan su frustración ante la falta de soluciones definitivas y claman por una intervención urgente para evitar que esta situación empeore. Los malos olores y el riesgo creciente para la salud pública son cada vez más evidentes.
Curiosamente, la ciudad de Eldorado es el primer municipio de la provincia en contar con una licencia ambiental, lo que resulta irónico ante la continua contaminación que afecta a la comunidad. Esta licencia debería ser una herramienta para garantizar el cumplimiento de las normativas ambientales, pero la realidad demuestra lo contrario. La contaminación persiste de manera inexplicable, poniendo en peligro la salud de los ciudadanos.
La Secretaría de Medio Ambiente de la Municipalidad de Eldorado a cargo de Valeria Schendelbek aún no ha tomado medidas efectivas frente a esta situación, lo que deja a los vecinos en un estado de desidia e impunidad. No basta con declaraciones vacías, fotos o reuniones ocasionales con funcionarios. Es esencial que se tomen decisiones responsables y se trabaje con celeridad para encontrar soluciones definitivas a este problema que afecta a todos. La comunidad exige que se actúe con urgencia, pues la salud pública y el bienestar de todos los vecinos están en juego.