Lo que debía ser un ejercicio democrático y educativo, terminó convirtiéndose en una muestra lamentable de la falta de civismo de la clase política local. El debate de candidatos a concejal de Eldorado, realizado en la Escuela Normal Superior N°11 y organizado por el centro de estudiantes, pretendía ser un espacio para escuchar ideas, conocer propuestas y fomentar la participación ciudadana entre los jóvenes. Sin embargo, el encuentro rápidamente se desvirtuó.
En lugar de enfocarse en planes concretos para la ciudad, los candidatos comenzaron a intercambiar reproches, descalificaciones personales y apodos despectivos, generando un ambiente tenso y carente de respeto. La moderadora del debate, Ludmila Frydenlund, Presidente de los estudiantes de la institución (Escuela Normal), expresó a E24N: “Fue imposible intervenir, los candidatos continuaron discutiendo y levantando la voz. Tuve que cortar el debate y aproveché mi descontento con ellos”. También docentes de la institución expresaron que a sido muy penoso y preocupante el comportamiento de ciertos candidatos, «fue una muy mala experiencia para los jovenes» indicaron.
Lo que se vivió fue, en palabras de Frydenlund, “una falta de respeto total, especialmente considerando que el público eran estudiantes”. El tono agresivo, la ausencia de propuestas claras y el comportamiento inmaduro de algunos de los postulantes dejaron en evidencia una preocupante carencia de profesionalismo y compromiso democrático.
Ludmila fue aún más contundente: “El Concejo Deliberante funciona en forma irregular precisamente por actitudes como estas”.
La jornada, que prometía ser una oportunidad de diálogo con el electorado joven, terminó siendo un espejo de la degradación política que muchos ciudadanos repudian: más gritos que ideas, más ego que servicio.