En las últimas semanas, el barrio Bernin ha experimentado un aumento en los hechos delictivos, lo que ha generado una creciente preocupación entre los vecinos. Diversos miembros de la comunidad, especialmente aquellos involucrados en el foro de seguridad, han comenzado a notar una serie de comportamientos sospechosos, como la presencia de personas desconocidas merodeando la zona. Este fenómeno ha encendido las alarmas en la comunidad, que teme que el barrio se esté convirtiendo nuevamente en un foco de inseguridad.
Los residentes del barrio han señalado que la policía ha incrementado su presencia, pero consideran que no es suficiente para contrarrestar la creciente sensación de vulnerabilidad. Algunos sostienen que, si bien hubo momentos en que se erradicaron varios puntos de venta de estupefacientes, estos han comenzado a reubicarse y a operar nuevamente. La circulación de personas ajenas al barrio, muchas veces identificadas por los propios vecinos, ha alimentado la sospecha de que el tráfico de drogas podría haberse reactivado.
Ante esta situación, los vecinos han decidido tomar cartas en el asunto. La comisión vecinal ha comenzado a trabajar de manera más estrecha con la policía para buscar soluciones conjuntas. Una de las medidas implementadas ha sido la limpieza y el desmalezamiento de los espacios verdes y áreas privadas del barrio. Esta iniciativa, apoyada por el municipio, busca evitar que los delincuentes utilicen estos terrenos como lugares de refugio o puntos de encuentro para actividades ilícitas. Los vecinos coinciden en que, con estos espacios despejados, se dificultará el accionar de los malhechores y se incrementará la seguridad en el barrio.